Ilegales: venezolanos en el río Bravo
¿Quiénes son los balseros del aire?
Popularizado en los años sesenta por la migración cubana, el término "balsero" ahora se asocia a la clase media o media alta venezolana, que escapó del régimen con una visa de turista hacia Estados Unidos, con la diferencia de que ahora, esta "balsa" va por el aire.
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Hay quienes despegan un pedazo del arte de Carlos Cruz Diez del piso del aeropuerto de Caracas, para muchos es una barbaridad, pero cuando lo vemos en perspectiva es literalmente una forma de llevarse un pedazo del país a donde quiera que uno vaya.
Antes y despues del mural del artista venezolano en el aeropuerto de MaiquetÃa.
Antes y despues del mural del artista venezolano en el aeropuerto de MaiquetÃa.
Durante el 2007 el diario El país publicó una nota en la que explicaban como se disparaban las solicitudes de pasaportes cada vez que el gobierno de Chávez exclamaba que el régimen iba a permanecer en el poder.
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Han pasado 14 años desde aquellas olas de desesperados nacionales intentando escapar del país “por las buenas” y hoy en día el escenario no puede ser mas distante de esta “amigable” migración que en algún momento fue una realidad.
¿Pero quienes son los balseros del aire?
Este nombre fue dado por las similitudes entre la cantidad de migrantes cubanos que se iban en balsa a Estados Unidos en los 60 y los venezolanos quienes, muchos años después, desesperados por huir del régimen chavista, entraban al territorio estadounidense con una visa de turista para luego perderse en el sistema, convirtiendo así los aviones en las balsas de una clase mucho más privilegiada.
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Para el 2017 esta clase media o media alta se vio en una encrucijada pues existían dos opciones, migrar con sus pocos ahorros para mantener la calidad de vida que habían tenido hasta ese momento, o quedarse y ver como poco a poco esos ahorros se desvanecían.
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En este drama de decisiones, despedidas y conversaciones incómodas, se encuentran Olga y Raúl, unos padres de familia que migraron en el 2017 como una de las últimas generaciones de migración de esta clase media que estaba por desaparecer, todo esto impulsados por una creciente sensación de incertidumbre a nivel nacional.
Siendo los proveedores de una familia de cinco, Olga y Raúl tuvieron la obligación de buscar un mejor futuro y desde ese momento hasta la actualidad Estados Unidos siempre fue la mejor opción para ellos.
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A diferencia de la cuarta migración masiva de venezolanos que cruza por el rio Bravo, esta familia tuvo la posibilidad de infiltrase en el país como turistas.
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Muchos creerían que entrar de esta forma facilita el proceso, sin embargo, como toda migración que asemeja más a una huida, la ilegalidad de alguna forma siempre va a estar presente.
Además del pago de 2000 dólares para la abogada por hacer el tramite de la familia completa, la construcción del caso significa otro reto en todos los sentidos porque, aunque lo vivido en Venezuela puede ser terrible, la falta de pruebas es una realidad que enfrentan miles de venezolanos.
Actualmente Olga y Raúl se encuentran esperando la aprobación de su asilo, pero en caso de que este no sea aprobado, aplicaron en paralelo al Estatus de Protección Temporal (TPS por sus siglas en inglés) ofrecido por el gobierno de Joe Biden, solo para “cubrirse las espaldas”.
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La realidad que hoy viven estos cinco venezolanos es la misma que enfrentan muchos, algunos con mas suerte que otros, sin embargo, el proceso migratorio no comienza cuando se hace un papeleo o cuando se ponen las huellas, sino cuando en Venezuela la situación se volvió tan asfixiante que como familia tomaron la decisión de arriesgar todo por la promesa de un futuro mejor.